sábado, 15 de enero de 2011

EN ESPAÑA NO CABE UN TONTO MÁS

Sin que sirva de precedente, y teniendo en cuenta que NADIE puede hacerlo todo bien o todo mal, copio a continuación un artículo de Pérez Reverte, simplemente para que todos pensemos un poco en qué país vivimos y si queremos seguir, como estamos haciendo: "Firmes, marciales, banderas al viento, derechos hacia el abismo" y, una vez allí, con la boina calada y las orejeras bien puestas, "dar un paso al frente".



Y yo me pregunto, ¿alguno de los sesudos "padres de la patria", que tan generosamente mantenemos, sabe lo que es "el principio de reciprocidad"?



En España no cabe un tonto más



Me van ustedes a disculpar -o no-, pero la culpa no la tiene el niño, ni sus padres. Alguien debería romper una lanza por esa familia; así que aquí me tienen, rompiéndola. En el asunto del profesor del instituto de La Línea que mentó el jamón en clase, ofendiendo la sensibilidad islámica de un alumno musulmán de trece años, los culpables son otros. Después de todo, el padre que puso una denuncia en comisaría, tras calificar de maltrato escolar el hecho de que se pronunciasen las impuras palabras jamón y cerdo en clase, no hacía otra cosa que demostrar que sabe muy bien Dónde está. Que nos ha tomado el pulso.


Los hipócritas somos nosotros, ciudadanos socialmente correctos y de limpia conciencia, que después de llenarnos la boca tragándolo todo hasta el fondo porque no vayan a decir que somos intransigentes, xenófobos y fachas, y por el resto del qué dirán, de pronto nos ponemos estrechos y tiquismiquis diciendo que no, oiga. Por Dios. Ahora, la puntita nada más.



Esto es España, oigan. Donde, como dice mi compadre Carlos Herrera, no cabe un tonto más, pues nos caeríamos al agua. Cuando la familia del niño musulmán ofendido por el jamón dirigió sus pasos a la comisaría más próxima, de ingenua tenía lo justo.



La movía la certeza absoluta de que, por descabellada que fuese su denuncia, tenía ciertas posibilidades de prosperar. Y no puedo menos que darle la razón. Conociendo el patio.



El maestro, en primer lugar. Menos mal que anduvo prudente y achantó la mojarra. Con la hiperprotección que en España dispensamos a los pequeños cabroncetes, que un niño se levante en clase y le quite la palabra al profesor que está hablando de Geografía y de climas adecuados para la cura del cochino, a fin de exigirle que no ofenda su sensibilidad religiosa, nos parece a muchos lo más natural del mundo. O semos tolerantes, o no lo semos. Respeto a la multiculturalidad, se llama eso.



Y si al maestro se le ocurre levantar la voz para decirle al zagal que cierre el pico, o agarrarlo por el pescuezo si se pone flamenco y sacarlo al pasillo, calculen el desparrame. Docente fascista, violencia escolar, xenofobia en las aulas, tertulias de radio y televisión, Internet a tope. Se le cae el pelo, al profe. Niño y encima musulmán, casi nada. Si además llega a ser niña y con pañuelo en la cabeza, abre telediarios.



En cuanto a la policía, imaginen que son el cabo Ramírez, o como se llame, que está echándose un cigarrito en la puerta, y en ésas llega el padre de la criatura y dice que a su hijo le han mentado el jalufo en clase, y que es intolerable. Entonces usted, Ramírez, considera dos opciones. La primera que se le ocurre es mandar al padre y al hijo a tomar por saco; pero, lo mismo que el maestro, sabe perfectamente en qué país imbécil se juega los cuartos. También sabe que, si no se pone a disposición de cualquier fanático oportunista, tramitando tal clase de denuncias, puede ponerse a remojo: xenofobia policial, abuso de autoridad, prevaricación, nocturnidad -son las siete de la tarde- y alevosía. Titulares de prensa, y María Antonia Iglesias, descompuesta de belfo, llamándolo fascista y mala persona en la telemierda. Así que opta por la segunda opción, y tramita. Cayéndosele la cara de vergüenza, pero resignado con su puto oficio y su puta España, va al día siguiente a tomarle declaración al maestro. Y que salga el sol por Antequera.



Ahora, el juez, fiscal o lo que sea. Afortunadamente estaba de guardia uno normal, de los que no buscan salir en los periódicos. Y decidió, con sano criterio, hacer lo que no pudo el cabo Ramírez: mandar al demandante a tomar por saco, como la Justicia hace esas cosas: archivando la denuncia.



Mi pregunta es: ¿qué habría ocurrido si en vez de tocarle al fiscal Fulano le hubiese caído al fiscal Mengano: uno de los que tocan otro registro y se la cogen con papel de fumar, por si acaso? De los que, en una discusión de tráfico, una conductora llama cabrón a un conductor, éste responde zorra, y empapelan al conductor por conducta machista. Dirán ustedes que es imposible. Que la denuncia del jamón no podía prosperar jamás. Vale. Piénsenlo despacio. Esto es España, recuerden. Paraíso de demagogos y cantamañanas, donde prospera todo disparate. Ahora díganme otra vez que la denuncia nunca iría adelante, por lo menos en fase de diligencias. Díganlo mirándome a los ojos.



Así que, en mi opinión, el digno musulmán hizo perfectamente. No arriesgaba nada. Y si cuela, cuela. Con suerte, incluso habría sacado una pasta para pagarse el viaje a La Meca con la familia. En todo caso, lo seguro es que en la comunidad islámica de su pueblo deben de tenerlo ahora por un hombre santo, honesto mahometano. Todo un tipazo. De estar en su chilaba, yo también lo habría hecho.



Arturo Pérez-Reverte



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POR AMOR...

Libertad es salir al mundo a buscar lo que creo que necesito,

en lugar de vivir esperando que los demás me den permiso para conseguirlo...

Si no puedes encontrar la verdad en el lugar donde estás,

¿donde esperas encontrarla?



Si las semillas sembradas en la tierra negra

pueden llegar a convertirse en maravillosas rosas

¿que no llegará a ser el corazón de un ser humano,

en su largo camino hacia las estrellas?...



El amor es el eje que mueve el mundo...

es la razón de la cordura,

y el hilo que te ata a la locura...

si has de perderlo o ganarlo "TODO"

que sea,... por AMOR.

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UN TOQUE DE VIDA

La verdadera ciencia de la vida, consiste en aprovechar al máximo el día presente,

el día de hoy, olvidando el pasado y dejando en paz el futuro.



Hay personas que cargan sobre sus débiles hombros tres sacos a la vez:

Un saco pequeño, fácil de llevar: es el saco de penas, trabajos y alegrías de un sólo día, el día de hoy.

Un segundo saco pesado, abrumador, el del pasado: son esas gentes que vuelven y vuelven a recordar las penas pasadas:

los fracasos que tuvieron, las heridas que sufrieron.

Se empeñan en rascar las heridas y así siempre están sangrando y nunca se curan.

Y todavía se empeñan en llevar un tercer saco muy pesado, el del futuro.

Son los que miran al mañana con miedo, esperando siempre lo peor.



Llevar hoy la carga de mañana unida a la de ayer, hace vacilar y tambalearse al más fuerte,

pero nadie nos manda vivir así

Nadie nos manda llevar al mismo tiempo los tres sacos.



La naturaleza hizo las cosas más sencillas y nos dice: "Bástale a cada día su afán

Creo el día para trabajar, luchar y esforzarnos,

y la noche para dormir, descansar y olvidar.



Así en realidad la vida consta de un sólo día.

Cada noche podríamos decir que nos morimos por unas horas cuando dormimos,

para resucitar nuevamente al despertar por la mañana.



¿Porque no vivir un sólo día cada vez?

El pasado ya pasó, no volverá; ¡déjalo en paz!.

Si puedo sacar de mi pasado alguna buena lección, está bien, la saco,

pero si no, lo dejo, lo olvido.



Nada gano recordando mis problemas y amarguras de ayer.



El futuro, por otra parte, aun no llegará, ¿porque me preocupo?



Lo único que tengo, lo único de lo que soy dueño, es de este día de hoy,

por tanto lo voy a vivir y disfrutar como si fuera el único día que voy a tener.

Un día es una vida entera en miniatura.



Tenía razón quien dijo: "Mira a este día, porque es la vida,

la mismísima vida de la vida.



En su breve curso están todas las verdades y realidades de tu existencia:

- La bendición del desarrollo

- La gloria de la acción

- El esplendor de las realizaciones.



Porque el ayer es sólo un sueño y el mañana una visión,

pero el hoy bien vivido, hace de todo ayer un sueño de felicidad

y de cada mañana una visión de esperanza.

Por favor mira bien a este día.



Ante una ardua tarea, solemos pensar en toda la vida.

¿Porque no conformarnos con llevar nuestra carga de cada día?



Todo el mundo puede soportar su carga, por pesada que sea, hasta la noche;

todo el mundo puede realizar su trabajo por duro que sea, durante el día.

Todos podemos vivir, pacientemente, de modo amable y sano, hasta que el sol se ponga

y esto es realmente lo que la vida significa.



Tengo un día de vida y nada más.

Con él puedo hacer maravillas o destruirlo.

Lo que no puedo es vivir una semana, un mes a la vez.

SE VIVE HOY.



NO corras por la vida tan rápido que olvides,

que olvides no sólo donde has estado, sino hacia donde vas.



Recuerda siempre que "La vida no se mide por los descansos que hacemos,

sino por los momentos que te roban el aliento".



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