lunes, 6 de julio de 2009

POEMA DE FIN DE CURSO

Gracias Marisa, por enviarme este hermoso poema sacado del corazón, hacia el profesor, hacia ese viejo profesor que hoy, además de clausurar el curso, clausura también su vida profesional, GRACIAS SEÑOR MAESTRO, y gracias a ti Marisa. Un calido abrazo optimista para todos.



Como por la edad, veréis
que yo puedo ser abuela,
con niños por el momento
tengo bastantes vivencias.

La mayoría de padres
os critican vuestro oficio,
sin pensar que como padres
ellos deben educar al hijo.

Así, que es, como yo creo
defender al colectivo,
pues no es vuestra obligación
educar a nuestros hijos.

Como dicen en mi pueblo,
a la vejez viruelas,
ahora mandan al abuelo
que vaya a la escuela.

Tras larga enfermedad
y problemas familiares
pensaba en aquel momento
¿a qué voy a dedicarme?

Mi querida amiga Alicia
me comentó de este Centro,
y sin pensarlo dos veces
metí mi cabeza dentro.

Me recibió el director
muy agradable y atento,
pero, al hablarme de examen
¡Jesús! Se acabó mi contento.


Con la vida que he llevado
ahora que puedo estar tranquila,
¿a quien demonios se le ocurre
meterme en esta movida?

No aciertas ni a presentarte,
¿ahora quieres claudicar?
de eso nada Marisina
que tú tienes que aprobar.

De Sociales ando escasa,
de Matemáticas pobre,
¡con la cabeza que tengo!
y de Lengua, ¡Eva lo sabe!.

Pero lo que pretendía,
se cumplió ya en demasía,
mis queridos profesores
gracias ¡qué Dios os bendiga!

Señor Director ¡atento!
escúchenos un momento:
nos prometió que vendría
a visitarnos al Centro.

Marisa Fernández González