miércoles, 8 de diciembre de 2010

"El Principito" (a mi manera, sabiduría de internet)

Las amistades, están hechas a trocitos.
Trocitos de tiempo que vivimos
con cada persona.

No importa la cantidad,
sino la calidad del tiempo
que pasamos con un amigo.

Algunos, necesitan días, y otros
sólo cinco minutos.

Hay amistades hechas de risas o dolores compartidos;
otras de horas de escuela;
otras de juegos de juventud, salidas, cines o diversiones;
otras de un momento clave vivido en coincidencia...;
y luego están aquellas que nacen sin saber por qué...
...incluso de silencios comprendidos,
o de simpatía mutua sin explicación.

Hoy en día muchas amistades
se alimentan de e-mails,
y no son menos importantes.

Los hay que se comunican bien con nosotros de ese modo,
y otros no.

Saint-Exupéry dicen en "El Principito":
"el tiempo que perdiste por tu rosa
hace que tu rosa sea tan importante".

El tiempo que perdemos con cada amigo,
pensando en él para enviarle algo,
hace a ese amigo importante.

Es tiempo ganado, aprovechado y vivido.

Algo en esa comunicación
se conserva unos minutos, un año,
o para siempre.

Sin verse ni oírse,
pero sabiendo del otro instantáneamente,
podemos reír o llorar con él.

Lo importante es aprovechar al máximo el minuto vivido,
y atesorarlo luego en ese baúl de los recuerdos
que es la bandeja de entrada de tu correo...
ahí también están nuestros amigos.

Todos los días, al abrir el correo,
salen todos esos trocitos de amistad de mis archivos,
y llegan otros nuevos, marcados en negrita,
en la bandeja de entrada,
que me hacen mucha ilusión.

¡Gracias por tu trocito!