lunes, 14 de septiembre de 2009

Espero que esta lineas que he escrito os gusten.
Un saludo.

“El ideal terapéutico, es curar en una sesión. El ideal al escribir es curar en un solo libro”
Stephen B. Karpman
El arte de vivir es hacerse quien uno es. Yo como todos, tengo el deber de ser lo que soy. Pero no soy nadie sin los demás.
“Me ganaba la vida… pero no la vivía”
Es una de las frases más frecuentes citadas por los enfermos terminales, según Elisabeth Kubler-Ross.
“El hecho de que una opinión la comparta mucha gente, no es prueba concluyente, de que no sea completamente absurda”
Bertrand Russell.

La realidad, la de hoy, la que percibo a mi alrededor, es que millones d personas van cada día a trabajar con tristeza y resignación, sin otra esperanza para salir de su desgraciada circunstancia, que acertar a la lotería y llegar por un atajo a la felicidad.

Son muchos los que trabajan en oficios que no les realizan, que andan estresadísimos, que sienten profunda y tristemente que cobran menos de los que valen y que, en definitiva, se sienten mercenarios de una hipoteca.

Pensando en la frase: “Hay que ganarse la vida”, nos llevará a:
“DECIR QUE NOS TENEMOS QUE GANAR LA VIDA, IMPLICA PARTIR DE LA PREMISA DE QUE LA VIDA ESTA PERDIDA”.
Cambiemos el pensamiento:
“LA VIDA NO TIENE QUE SER GANADA, PORQUE ESTÁ GANADA DESDE QUE NACEMOS”.
“No hay nadie tan equivocado como aquel que pasa la mayor parte de su vida, ganándose la vida”
Henry David Thoreau

“Nadie necesita ayuda para tener problemas”
Proverbio Maorí

Las urgencias psiquiátricas han aumentado entre un 10 y un 20% en todo el mundo. Las causas están motivadas por una ruptura en los hábitos sociales, donde predominan:
- La soledad
- La presión social
- La angustia
VIVIR CUESTA MUY POCO PERO PODEMOS COMPLICARLO TANTO COMO QUERAMOS.

En esencia, el acto de vivir es muy simple, especialmente si va acompañado de una sana conciencia, de capacidad para pensar y de libertad para decidir. Pero si nuestra mente se rige por la orden de “ganarse la vida”, la cosa empieza a complicarse.

El conjunto de experiencias relacionadas con el trabajo son vividas entonces, como una dura competencia, muchas veces ligado a un esfuerzo, en el que puedes acabar realmente… dejándote la vida, bien porque esta pasa y no te enteras de que has vivido, bien porque el corazón o el cuerpo te dicen “¡Basta, me rindo, lo dejo aquí, porque esto no hay quien lo aguante!”.

“Con la vida, ocurre lo mismo que con los chistes: lo importante no es lo que duren, sino lo que hagan reír”.
Anthony de Mello

“La vida es lo que hacemos de ella”
Aforismo hindú

La mayoría de los profesionales con inteligentes, trabajadores y grandes gestores de recursos, pero tienen dificultades para gestionar su recurso más valioso: SU PROPIA VIDA.

Hay trabajos, que a veces, se convierte en una esclavitud dentro de una jaula de oro. Porque hay muchísimos profesionales que pagan un precio excesivamente alto por su salario.

Pagan un precio en estrés, esfuerzo, dedicación a la vida familiar, renuncia al tiempo libre, renuncia al cuidado físico y emocional de sí mismos, etc., muy superior al dinero que se les ingresa en el banco al final de cada mes.

La gran mayoría de ellos, con el tiempo, han olvidado aquello que les hacía sentirse vivos, aquello que daba sentido a su vida, aquello que les llenaba, que les hacía felices.

¿Cómo puedo combinar mis talentos y experiencia con mi pasión? A veces llegamos al siguiente pacto interior:
“Bueno ahora voy a trabajar duro para ganar pasta, y luego, cuando la tenga, podré hacer lo que realmente me gusta”.
Esta frase presenta varias trampas sutilmente ocultas, que a medida que pasa el tiempo, resultan cada vez más difíciles y dolorosas de destapar.
Porque casi siempre, NUNCA LLEGA ese, “tendré pasta y podré hacer lo que realmente me gusta”. Te has convertido en esclavo, de tu trabajo, de tu hipoteca, de una vida orientada a… “ganarse la vida”.

Como veréis, repito varias veces que el valor del trabajo (por regla general) NO TIENE el precio de UNA VIDA.
Recordad que, sólo tenemos una oportunidad para vivirla.

Un saludo

*Este texto está basado en el libro “La Brújula interior” de Alex Rovira Celma. Editorial Empresa Activa.